El 48 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en
Argentina es pobre, según un estudio de UNICEF que mide la pobreza
multidimensional. Se trata de chicos de hasta 17 años cuyos derechos son
vulnerados y determinan situaciones de pobreza que van más allá de los ingresos
percibidos en el hogar.
Las categorías que se tuvieron en cuenta fueron educación,
protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura
y un hábitat seguro. Los datos, por su parte, surgen de estadísticas oficiales.
Según la agencia de la ONU, la pobreza entre las personas
menores de 18 años alcanza al 48 por ciento y se sitúa 10 puntos por encima de
la población en general (38 por ciento).
Traducido en números, son 6,3 millones de niñas y niños que
viven en estas condiciones en el país. Ese casi 50% corresponde a chicos que
padecen la privación de al menos una de las seis dimensiones estudiadas.
Los especialistas destacaron que podrían analizarse más
categorías para medir la pobreza, por ejemplo, salud y nutrición, pero éstas no
son tenidas en cuenta por el INDEC.
En tanto, de ese 48 por ciento, 20 puntos porcentuales
corresponden a privaciones "severas" como por ejemplo, vivir en una zona
inundable, cerca de un basural o no haber ido nunca a la escuela entre los 7 y
los 17 años de edad. El acceso al agua segura para beber, por su parte, es una
de las privaciones que afecta a más niños en las diferentes regiones del país.
Los indicadores analizados en el sondeo muestran la enorme
desigualdad en los niveles de privaciones según las características de la
persona de referencia del hogar. La educación es la más notoria.
Según el informe divulgado este martes, un niño que vive en
un hogar cuyo adulto a cargo no ha completado el nivel primario tiene una
probabilidad tres veces más elevada de estar privado en al menos uno de sus
derechos básicos y fundamentales, comparado con otro que reside en un hogar
cuya persona de referencia ha completado la educación media.
Otro factor sumamente influyente es el tipo de hogar en el
que residen los chicos. El hogar extendido (allí donde viven más parientes que
los de la familia nuclear) y, en segundo lugar, el hogar monoparental son los
que arrojan la incidencia de pobreza más elevada para la población en general.
Para las niñas y los niños son también este tipo de hogares los que presentan
las probabilidades de pobreza más elevadas, publicó Ámbito.
A la hora de hablar de privaciones monetarias y no
monetarias simultáneamente, se estima que en 2018 alrededor de un 27 por ciento
del total de niñas, niños y adolescentes en Argentina son los afectados. Esto
equivaldría a un poco más de 3,5 millones.
"La pobreza sigue teniendo rostro de niñez", afirmó
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF Argentina, al
tiempo que añadió que a la organización le "preocupan los números" de estas
mediciones que siguen siendo altas. En ese sentido, durante la presentación del
informe aseguró que el Gobierno está al tanto de esta encuesta y que ya se
reunieron varias veces con diferentes entidades oficiales. Y aseguró: "La
ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, ya tiene este informe en sus
manos".
Los profesionales a cargo de la presentación instaron a
crear y/o profundizar políticas públicas para que Argentina cumpla con el
compromiso asumido como firmante de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), donde planeó para 2030 "reducir al menos a la mitad la proporción de
hombres, mujeres, niñas y niños de todas las edades que viven en pobreza en
todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales".
UNICEF llevó adelante este estudio junto a investigadores
del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico de la
Universidad de Salta, la Universidad Nacional General Sarmiento y la
organización Equidad para la Infancia. El informe se basa en la última
información oficial disponible correspondiente al primer semestre del año 2018,
de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y
Censos.